L.A
City 2012. CAPITULO 4: La Promesa
Que irónico, los chicos que estaban persiguiendo al sol, ahora son
perseguidos por un perro rabioso, aunque en realidad no tenía rabia,
simplemente se había asustado por un ruido que provino de la casa de su dueño,
además, no era un perro agresivo, era más bien el consentido de la
urbanización, pero al no ser un animal racional, nunca se sabe que podía pasar.
Todos corrían desesperadamente y cada vez que volteaban se daban cuenta que el
perro seguía detrás de ellos, pero ya no gruñía, los perseguía como si ellos
fueran una pelota y los tuviera que tomar para luego llevarlos a su dueño, el
animal solo quería jugar, pero ellos no pensaban en eso, tenían tanta
adrenalina liberada en sus cuerpos que solo podían correr sin parar, todos
corrían y corrían dejando al perro a solo 15 segundos de distancia, al parecer
a todos se les dio la idea de correr y gritar lo más alto posible al mismo
tiempo, seguro tendrán a media urbanización en sus puertas en la tarde
reclamando por el ruido, pero eso no le interesaba a ninguno, tenían a un
gigantesco perro persiguiéndolos, cuando llegaron a la 4ta calle Adriana y
Valerie tropezaron al cruzar, dándole ventaja al perro sobre ellas, se pusieron
de pie rápidamente y continuaron corriendo, nadie tendría tiempo de abrir una
puerta así que Gianlucas grito — ¡ENTREN AL LAGO! — todos sabían que el perro
iba a detenerse en la orilla así que corrieron lo más rápido posible hasta
llegar al lago, Val se le olvido que traía puesta la chaqueta de cuero de
Estefany, lo menos que quería era mojarla así que se detuvo unos segundos, se
la quitó rápidamente y la tiro al aire dejándola colgada en un tubo sobre unos
columpios, tuvo solo unos pocos segundos para entrar al agua antes de que el
perro la alcanzara, el agua estaba helada así que todos al entrar ahogaron un
grito debido al frio que el agua les provocaba, — ¡ESTA MIERDA ESTA
CONGELANDOME! — Grito Adriana, pues el frio no era algo que le gustaba mucho a
ella al igual que Scott, pero Val, Lucas, Estefany y Ever eran otra historia,
si tenían frio pero empezaron a nadar en el lago, sabían que moviéndose el frio
no sería tan insoportable, escucharon los pasos de alguien que corría
acercándose a donde estaban ellos, y era el dueño del perro, le puso de nuevo
su correa y los seis chicos apunto de congelarse de hipotermia se despidieron
amablemente del perro, porque si no fuese por él, siguieran mareados por el
alcohol que habían consumido, este maratón tan repentino hizo que sus neuronas
volvieran a funcionar. — No sé ustedes, pero yo no me quedo un segundo más
metida en esta mierda. — Dijo Valerie, al salir no solo temblaba si no que su
ropa estaba completamente empapada, por suerte llevo sujetador ese día, o
hubiera pasado una pena horrible frente a todos, cuando todos terminaron de
salir presentaban las mismas condiciones, piernas, manos y labios temblorosos
más la ropa completamente empapada que dejaba a todo el que los viera ver por
debajo de ella, — Que suerte que tuvieras la modestia de quitarte mi chaqueta.
— Dijo Estefany con un tono de voz muy tembloroso debido al frio, su estado
físico más como sonaba su voz le causaron gracia a Val por lo cual se empezó a
reír un poco de la situación; ellos querían un final épico… Ahí tienen su final
épico. — ¿A cuál casa vamos? — Dijo Ever — Vamos a la mía, creo que mis padres
no están. — Dijo Lucas, pero ninguno se imaginaba lo que escucharían al entrar.
Valerie iba adelante abrió la puerta y todos entraron, iban hasta el patio
trasero cuando de repente escucharon uno raros gemidos que provenían de ese lugar,
por suerte ninguno abrió la puerta en ese momento, Val ahogo una gran
carcajada, se tamo la boca con su mano y se devolvió de espaldas lentamente, le
preguntaron qué paso y le dijo a todos que se acercaran lo suficiente como para
escuchar detrás de la puerta sin hacer ningún ruido, todos ahogaron su risa,
pues el sonido que salió de la puerta era completamente perturbarte, y a la vez
algo cómico, lo menos que se te viene a la mente al entrar a una casa en la
mañana es escuchar a los padres de tu amigo teniendo sexo. — ¡Y de paso en la
mañana! ¡A esa hora a quien le va a provocar! — Susurro Adriana mientras iban
saliendo de la casa, — Bueno, es que desde siempre ellos han tenido un gran
apetito sexual, me di cuenta de eso cuando cumplí los 14 años y entendí porque
teníamos tantas cosas que hacer siempre en las tardes mi hermana y yo al salir
del colegio. — No los querían hahaha. — Comento Ever, después todos salieron y
se dirigieron hasta la casa de la tía Katy, la tía de Estefany y Ever, como era
de costumbre Val y Estefany se quedaron más atrás que los demás, todos ya
habían cruzado la calle cuando Val cerró la puerta de su casa, entonces
Estefany se le acercó y le pregunto en voz baja con un tono muy pícaro — Y tu…
¿También heredaste ese apetito sexual de tus padres? — Val arqueo sus cejas
mientras reía un poco. — Tal vez… — fue su respuesta en el mismo tono que
utilizo Estefany para realizarle la pregunta. No era tal vez, era un ¡SI!
Obviamente había heredado eso de sus padres, pero esta vez no quería ir tan
rápido, si fuera otra persona con la que estuviera, ya hubiera tenido sexo con
ella sin siquiera preguntarle el nombre, pero ella no quería eso, ella quería
que cuando llegase a pasar fuera algo real, un sentimiento mutuo y obviamente
una acción que no olvidara al día siguiente como le pasaba a menudo que salía
de fiesta con su hermano y terminaba en una cama desconocía, en un lugar
desconocido, junto a una chica desconocida, ella ya no quería eso, quería un
cambio, sentirse no solo deseada, si no amada por primera vez, por alguien que
sabía que jamás pondría su vida en riesgo, sino todo lo contrario, sabía que
Estefany tarde o temprano se convertiría en ese impulso que ella necesitaba
para lanzar ese estuche al lago, y no volver a pensar en eso nunca más.
—
¡Hogar dulce hogar! — exclamo Ever al entrar a la
casa. Todos estaban exhaustos y finalmente estaban bajo un techo seguro, sin
nadie teniendo sexo, o música electrónica destruyéndote los sesos, o rayos de
sol impidiéndoles ver, y lo más importante: sin un perro persiguiéndolos. Todos
salieron al patio, tenían tanto frio que el clima fue extremadamente placentero
para ellos, poco a poco volvieron a sentir sus extremidades. Todos tuvieron que
quitarse parte de la ropa que tenían, ya que estaba completamente empapada, y
si se secaba sobre ellos terminarían como mínimo una semana todos en cama por
gripe. — Esto parece un Spring Break, todos con poca ropa, borrachos y mojados…
— Dijo Estefany, — Tienes razón hahaha… — contesto Val. — Bueno, ¿qué mejor
manera para volver a sentir las extremidades que un buen juego de futbol?
¡Vamos a jugar! — Dijo Adriana ya que en el patio trasero tenían un muy verde
césped con unas arquerías que formaban una pequeña cancha. Pusieron algo de
música sacaron todas las bebidas que tenía la tía Katy en su refrigerador, las
pusieron en una cava y comenzaron a
jugar, esta vez estaban repartidos de manera diferente, fueron chicos contra
chicas, y fue difícil creer que ellas iban ganando. Valerie y Estefany dejaron
de jugar y se sentaron en el césped, ambas estaban recostadas del lado
contrario justo al lado de la otra a la altura de la cabeza. — Este día, es
único. — Le dijo Valerie a Estefany. — El mejor que he tenido estando aquí si
te soy sincera. — Dijo Estefany. — Oye deberíamos ver el video de nosotras que
grabo Scott. — Le dijo Valerie, después de eso Estefany tomo el teléfono de
Scott y busco el video, ambas se sentaron al lado de la otra y mientras lo
buscaban todos había dejado de jugar e iban a descansar momentáneamente, — ¿Qué
están viendo? — Le dijo Ever a su hermana, y ella le dijo que iban a ver el
video, así que Scott, Gianluca, Adriana y él se pusieron detrás de Estefany de
manera que todos pudieran ver el video. Empezaron a reproducirlo y todos
estaban completamente concentrados en cada momento del video, al parecer la
química de ellas dos no solo las mantenía atrapas a ellas, sino a todo el que
las viera juntas, como en el video están cantando juntas por primera vez, la
sensación que te da al verlo es única, hasta se viene a tu mente que lo que
estás viendo es el inicio de un gran amor; si eres lo suficientemente cursi
como para creer eso claro… Cada uno hacia comentarios como “Cantaron
increíblemente bien” o “Amo esa canción” o cualquier otra cosa adulante hacia
ellas dos, en un momento Val tomo la mano izquierda de Estefany; ya que era la
que tenía a un lado, y empezó a jugar con ella, cuando de repente, algo en su
muñeca le llamo la atención, ella jamás pensaría que encontraría algo como eso,
no en ella. Val bajo la manga de la muñeca unos 10 centímetros y al parecer
Estefany y los demás estaban tan concentrados en el video, que ni ella le dio
importancia a lo que Valerie pudiera encontrar en su muñeca, es decir, no creyó
necesario mostrársela, no en ese momento. Al Valerie bajar la manga se dio
cuenta de algo que no era muy visible, incluso se acercó para asegurarse de que
fueran marcas normales que se forman en tu piel y no lo que ella estaba
pensando, lastimosamente no eran marcas en la piel. Comparo la muñeca de Estefany
con la de ella, y era algo espelúznate ver que sus cicatrices eran muy
similares, lo único que cambiaba era la altura en la que estaban situadas,
Valerie se asustó un poco, pero se dio cuenta que las cortadas no eran
recientes, si no viejas, exactamente como las de ella, y en ese momento
entendió lo que todo el tiempo Adriana le decía “Eres como ella, pero con
cabello rosa” esa era la única diferencia entre ellas, el físico y el color de
cabello, jamás dijo “La diferencia es que tú tienes traumas psicológicos y ella
no” nunca lo menciono, se dio cuenta que ella en ese lugar no era la única que
aprendió a sentirse bien, haciéndose daño en la piel. Le dieron ganas de llorar
pues fueron horribles las cosas que pasaron por su mente en esos segundos, ¿Y si
Estefany ha sufrido lo mismo que ella?, era algo aterrador pensar que la
persona que tienes a un lado a intentado suicidarse casi las mismas veces que
tú, incluso empezó a verla con miedo, sabía que alguien que sufre de depresión
es como una granada, cualquier cosa que afloje el seguro la puede hacer
explotar, pero ella jamás sospecho, por más que sabía que esas personas que
siempre están sonriendo y pueden hacer sonreír a todo el mundo si lo desean,
son las que por dentro más sufren, y las que han tenido un horrible pasado que
los perturba, o incluso, un presente que los atormenta, la persona más feliz
que conozcas puede sufrir de depresión y tu jamás lo sabrás, hasta que llegue
eso que quite el seguro y lo haga explotar, en varias ocasiones llego esa razón
que quitaba el seguro de las dos, pero sus hermanos estuvieron siempre ahí para
poner el seguro a tiempo. Val se alarmo a un mas y quiso ver si su muñeca
izquierda era la única con cortadas, ya que incluso ella para disimular se
hacia las cortadas en las piernas, de esa manera no tendría a nadie
preguntándole que le paso a sus brazos, por desgracia Estefany cargaba un
pantalón puesto así que no podía llegar y decirle “Oye ¿puedo ver tus piernas
para asegurarme que no tengas cortadas en ellas?” sería algo extraño. El video
acabo y apenas los demás se alejaron Val puso de pie a Estefany y prácticamente
la arrastro hasta las escaleras que llevaban al segundo piso.
— Siéntate. — Dijo Val
— Okey… Pero dime, ¿acaso hice algo malo?
— No en este momento, solo siéntate, debo preguntarte algo.
Estefany obedeció y se sentó en unos escalones, Valerie se sentó a su
lado y su expresión paso de ser fría a ser triste, tomo el brazo y
delicadamente bajo su manga dejando a la vista sus cortadas.
—
¿Qué te paso? — preguntó Valerie, sabía que no
podía demostrar que estaba asustada, debía actuar de la manera más compresiva
posible, al igual que hicieron con ella cuando descubrieron lo que le pasaba, a
cambio Estefany jamás tuvo esa reacción por parte de su familia, sobre todos su
mamá, es algo normal reaccionar siempre de la peor manera ante una situación
que sabes que no podrás controlar, como descubrir que tu hija ha intentado
suicidarse o se ha lastimado a ella misma, en toda su etapa de depresión las
únicas personas que la comprendían eran su tía de la cual se tuvo que alejar
por cuatro años haciendo que sus días de alegría se resumieran a casi nada,
Ever, que al mudarse con su tía hizo que su depresión aumentara de tal manera
que ella misma tuvo que recurrir a un psicólogo, y obviamente estaba su
psicóloga, la ayudaba a desahogarse, lo que menos le gustaba a Estefany era
llorar frente a alguien, sobre todo si pensaba que esa persona no podía
consolar su dolor o que simplemente no lo entendía, pero este no era el caso,
Valerie si la entendía, perfectamente, y era momento de que le contara a
alguien más su dolor.
—
No me gusta hablar de eso… No creo que lo
entiendas…
—
Claro que si lo hare, ¿Por qué crees que no? — Val
tomo la mano de Estefany y la paso sobre su muñeca izquierda, se podía sentir
como las cicatrices sobresalían de su piel, y eso dejo algo sorprendida a
Estefany, con razón tenía esos dos tatuajes en sus muñecas, el primero servía
para cubrir sus cortadas, lo que está escrito en sus muñecas era lo mismo que
tenía tatuado Estefany, pero en un lugar diferente y con un estilo diferente,
“Stay Strong” era lo que decían esos tatuajes que en español significa
“Mantente Fuerte”, palabras que las seguían manteniendo con vida.
—
¿Qué te paso a ti? — Dijo Estefany con un tono de preocupación
mayor al de Valerie.
—
Yo pregunte primero, así que dime tú.
—
Te lo diré de la manera más resumida posible para
evitar llorar… Decirle a las personas mis problemas no es mi fuerte, siempre me
hace sentir débil.
—
Está bien, dime de la manera que quieras.
—
Ok… Depresión, una familia que juzga todo lo que
hago, una madre homofóbica, bipolaridad… No saber porque mataron a mi papá…
Esa última era la mayor razón de casi todas las anteriores mencionadas
por ella, no saber porque mataron a su papá, él era alguien noble, bueno con
todos, pero simplemente decidió juntarse con quien no debía, lo que lo llevo a
que lo asesinaran sin ser necesario, lo único de lo que está segura Estefany es
que murió por un disparo en el pecho, pero lo que la mataba de rabia; la cual
era la principal razón de su estrés y bipolaridad, era saber quién disparo, y
porque no se ha hecho justicia.
—
Lo peor no es que allá muerto, es que lo
describieron como un criminal en los periódicos, y es muy confuso leer algo tan
horrible de una persona que llevabas conociendo desde siempre y sabias que no
era esa clase de persona, te hace sentir impotencia no saber el porqué de las
cosas, y peor, que no se haga justicia. — Mientras le decía eso a Val su voz
empezó a vibrar demasiado, como cuando estas a punto de llorar, y era esa
sensación que ella odiaba tanto, que sus sollozos no la dejen terminar de
hablar, haciéndola llorar a la final, su cuerpo empezó a temblar un poco y
empezó a mover sus dedos como si tuviera un “tic” nervioso en ellos. Apretó los
labios y los ojos muy fuerte y su respiración se aceleró, Val la tomo del brazo
delicadamente, como para hacerle saber que no estaba sola, que podía confiar en
ella, y que cuando estuviera con ella, llorar no estaba mal, eso era algo que
Estefany jamás podía hacer tranquila, llorar, porque siempre aparecía algún
entrometido a querer saber que le pasaba, por eso se acostumbró a la soledad,
porque de esa manera no tendría a nadie cerca preguntándole que le pasa y
fingiendo que le interesa. Estefany respiro profundo y se tranquilizó un poco,
pues el calor que le provocaban las manos de Val la hacían sentir mejor, la
hacían sentir a salvo.
—
¿Y que sobre ti? — Dijo Estefany algo preocupada
por lo que escucharía, y tenía razón en hacerlo
—
Depresión, bipolaridad, bullying (Acoso escolar)…
Desórdenes alimenticios. — Eso último lo dijo dudando de que Estefany supiera
lo que significaba, y si lo sabía, por lo cual se sorprendió.
—
¿Desórdenes alimenticios? ¿enserio? —. Estefany
sabía que eso era algo muy grave, escuchaba a las chicas de su vieja escuela
hablar de que estaban muy gordas todo el tiempo cuando la mayoría no pasaba de
los 50 kilogramos, para ella eso era algo estúpido, y sabía que la mayoría lo
decía simplemente para escuchar lo contrario, de esa manera subían su
autoestima, pero investigo sobre el tema y estudio sobre que trataba eso de
“Desórdenes alimenticios”, y más de una vez escucho como sus compañeras decían
“Voy a dejar de comer” o “Volveré a dejar de comer” Estefany era de esas que
siempre escuchaba, y siempre sabía que decir, al igual que Valerie, pero
ninguna de las dos era de esas que iban por la vida contando sus problemas o
haciendo dramas para que los demás viniesen a decirles lo que ellas querían
escuchar.
—
Si, pase por eso, y ya entiendo a lo que Adriana se
refería con lo de “Eres igual a ella pero con cabello rosa”. — Dijo Val en un
tono muy bajo, y empezó a sentir lo mismo que Estefany, y apretó sus labios
fuertemente, al igual que sus ojos y sus puños, ambas odiaban sentir esa
sensación de nudo en la garganta, es la peor sensación de todas, y mucho peor
es tener que tragarte ese nudo a la fuerza y no decir lo que sientes a los
demás por miedo a lastimarlos u ofenderlos de alguna manera, o por el simple
hecho de que sabes que esa persona que te escucha puede creer que estas
“mentalmente desorientado” igual que Katniss Everdeen la chica “En llamas”.
Estefany limpio con sus dedos las lágrimas que empezaron a caer por las
mejillas de Val, y ese fue uno de los mejores gestos que han hecho por ella, si
fuera otra chica en vez de Estefany, seguro ya la hubiera mandado al demonio,
pero ella era diferente, era lo que muchos dicen “Su alma gemela”. Estefany
guío delicadamente el rostro de Valerie hacia ella con sus dedos, y le dijo
algo que ninguna de las dos olvidaría.
—
Ven mírame, quiero que hagamos un trato entre las
dos, o más bien una promesa. — le dijo Estefany a Val mientras la miraba
fijamente a los ojos. — Mientras tú y yo estemos juntas, no permitiremos jamás
que nos lastimen de cualquier manera. ¿Okey? —
—
Okey.
—
¿Me lo prometes?
—
Te lo prometo.
Ambas se dieron la mano, como si hubieran cerrado un trato
inquebrantable, al estilo de los caballeros de antes, cuando sus palabras
valían de verdad, después de estrecharse las manos, las cambiaron de posición y
ambas se acercaron y besaron la mano de la otra, fue algo tan extraño y lindo a
la vez, que da algo de gracia, fue como si hubieran pensado lo mismo en ese
momento, después de eso se soltaron las manos, se miraron a los ojos, y no
fueron necesarias palabras para describir lo que ambas querían hacer en ese
momento, Estefany hizo lo mismo que ella en aquel club, la tomo delicadamente
de su rostro y le dio ese beso que tanto necesitaban para cerrar su promesa, de
repente Valerie sintió como algo se resbalaba por su mejilla, y era su propia
lagrima, algo que le pasaba por primera vez, pero no sabía si lloraba porque
aún quedaban lagrimas que querían salir o esa lagrima era por una razón
diferente, por ese momento en el que estaba sintiendo los suaves labios de
aquella chica, que no solo la hacían sonrojarse y que su corazón se acelerará,
también la hacían sentir segura, segura de que mientras estuviera en ellos,
nada malo le iba a pasar. Fue un sollozo que Estefany no pudo contener lo que
hizo que ese hermoso momento se tuviera que acabar, ambas se pusieron de pie y
salieron al patio, donde Ever y Scott se encontraba cocinando una carne que
encontraron en el refrigerador mientras Gianlucas y Adriana hacían trucos con
el balón. Estefany se acercó hasta donde estaba Ever, y este al verla se dio
cuenta de que estaba llorando y le pregunto. — ¿Estás bien? — Si, al parecer no
soy la única que tiene un pasado atormentador. — Dijo Estefany mientras veía
como Valerie se acercaba a su hermano Lucas. — Bueno yo te dije, ella es como
tú así medio… loca. — No está loca, solo mentalmente desorientada igual que yo
hahaha. — Me parece bien que te sientas tan bien estando con ella, ya era hora
de que te empezara a gustar alguien de verdad. — ¿Qué te paso? ¿Estás bien? — Le
dijo Gianluca a Val, — Mejor que nunca. — Dijo Val con una tímida pero alegre
sonrisa mirando de igual manera a Estefany mientras estaba con su hermano. —
¿Estás segura? — continuo diciendo Lucas. — Completamente, creo que empezare a
creer más en eso del “Amor a primera vista” y de las “Almas gemelas”, ya no me
parece tan estúpido todo eso hahaha —.
Eran las 12 del mediodía, habían terminado de comer todos y por fin
estaban muertos del sueño, todos subieron al cuarto de Estefany, todos
resolvieron como dormir en el cuarto. Eran aproximadamente las 3:00 Pm todos
dormían menos Valerie, seguía muy pensativa sobre todo lo que paso unas cinco
horas atrás aproximadamente, busco con que entretenerse y pues, tenía a
Estefany justo frente a ella, ambas estaban acostadas en la cama de Estefany
completamente cubiertas con un cubre camas debido al frio que había en el
cuarto, Val se quedó observándola, y pensó que se veía hermosa mientras dormía,
incluso se preguntó cómo se vería ella mientras dormía, después fijo su mirada
en sus labios, que la habían hecho sentir segura hace unas horas, de repente
empezó a trazar el contorno de ellos con sus dedos índice y pulgar, tenía una
forma muy linda, y eran muy suaves, sentía escalofríos en el cuerpo de tan solo
pensar en ellos. — ¿Qué estás haciendo? — le dijo Estefany con un tono de voz
muy bajo, para no despertar a nadie. — No lo sé, creo que es porque me llaman
mucho la atención. — Su respuesta hizo que Estefany sonriera un poco; hubiera
reído incluso pero tenía demasiado sueño. — Que bueno que te gusten, no planeo
por ahora dejárselos a nadie más. — Si, a mí me parece muy bien también, jamás
pensé que unos labios llegaran a hacerme sentir tan bien… — Y eso no es nada,
aún no hemos llegado a lo mejor….